Por: Arantxa García
El diseño es mucho más que una cuestión estética; es lo que define cómo interactuamos con los objetos y las marcas que nos rodean. Una historia que refleja perfectamente este principio es la del famoso logotipo de Nike, un símbolo que pasó de ser la idea de un emprendedor, a un ícono global del deporte.
La historia del logotipo de Nike inicia en 1971, cuando Phil Knight, su fundador, buscaba un símbolo distintivo para su nueva marca de zapatos. En ese entonces, Nike no era lo que conocemos hoy; apenas estaba empezando en la industria. Knight acudió a Carolyn Davidson, una estudiante de diseño gráfico, para que creara un logo que representara su marca. Davidson, quien aceptó el reto por tan solo 35 dólares, diseñó lo que hoy conocemos como el «Swoosh,» un dibujo simple inspirado en el ala de la diosa griega Nike y el símbolo de la victoria.
A primera vista, el diseño del Swoosh no pareció deslumbrante. De hecho, a Phil Knight no le encantó de inmediato, aunque lo uso porque necesitaba algo con rápido. Sin embargo, lo que este logotipo tenía no era solo una apariencia llamativa, sino una funcionalidad que lo convertiría en una de las imágenes más reconocidas del mundo. Aquí es donde el principio de Jobs se hace realidad: el Swoosh tiene un significado más profundo..
El éxito del logotipo de Nike radica en su simplicidad y versatilidad. A lo largo de las décadas, la compañía ha crecido y evolucionado, pero el Swoosh se ha mantenido constante, adaptándose a distintos formatos, colores y estilos. Es un símbolo que comunica velocidad, movimiento y dinamismo, sin necesidad de palabras. Es fácil de reconocer, porque la marca lo ha logrado y transmite sus valores fundamentales: innovación, rendimiento y superación.
Además, el Swoosh ha funcionado a nivel emocional. Con el tiempo, se ha asociado con algunos de los atletas más grandes del mundo, como Michael Jordan, Serena Williams y Cristiano Ronaldo, y ha formado parte de campañas que han marcado un antes y un después en la publicidad deportiva. Al verlo, no solo se percibe un diseño bien ejecutado; se siente una conexión con la marca, su historia y la actualidad. El Swoosh cumple una función esencial: comunicar de manera efectiva lo que Nike representa. Así, el diseño del logotipo ha trascendido lo visual para convertirse en un símbolo universal de éxito y rendimiento.
