La comunicación como arma de paz

Por: Arantxa García

Los medios de comunicación y, en especial, la prensa diaria, la radio y la televisión, aparecen en nuestras sociedades democráticas como una herramienta para la libertad de los ciudadanos, y en efecto, como un instrumento decisivo para el control del poder político. La razón de esto es porque una sociedad será auténticamente democrática a medida que todos sus miembros puedan acceder al conocimiento de todo lo que sucede en ella. De esta manera, se puede afirmar que todo gobernante totalitario tiene como objetivo una cosa: privar a sus ciudadanos del conocimiento.

La importancia de los medios de comunicación en la conservación de la democracia se basa en la coherencia de la opinión pública que la sustenta y obliga a reivindicar que el periodismo recupere su función de mediación crítica. El conocimiento de lo que sucede en una sociedad democrática no es sólo una necesidad práctica, sino un derecho fundamental para estar informado. Un ejemplo de este hecho devastador para la democracia y la comunicación es la relación entre los regímenes totalitarios. Por otro lado, los ciudadanos son parte de este gran movimiento, quienes han logrado romper las barreras impuestas por el régimen y utilizar sus propios medios para alcanzar la libertad comunicacional.

La historia reciente de Venezuela es un testimonio claro de que la rebelión popular es inevitable cuando el poder se basa en la opresión. Durante más de dos décadas de control autoritario por parte del régimen chavista, los ciudadanos venezolanos padecen de una crisis humanitaria sin precedentes.

En este contexto, la comunicación ha jugado un rol crucial. El régimen ha intentado construir una narrativa que justifique sus acciones, utilizando los medios para proyectar una imagen de estabilidad y legitimidad. Sin embargo, la información difundida por el gobierno ha chocado con la realidad vivida por el pueblo y ha sido refutada por movimientos ciudadanos que han adoptado estrategias para movilizar a las masas y difundir información veraz. Plataformas digitales, redes sociales y medios independientes han logrado romper con la perspectiva impuesta por el gobierno, mostrando al mundo las graves violaciones de derechos humanos.

Mientras el régimen insiste en una comunicación diseñada para sostener su poder, los ciudadanos han implementado tácticas de comunicación estratégica para organizar protestas, visibilizar la opresión y generar presión internacional. Esta guerra de narrativas ha demostrado el poder de la comunicación en tiempos de crisis, demostrando que, en un escenario de opresión, la voz del pueblo siempre encuentra un camino. Aunque la represión continúe, la capacidad del pueblo venezolano para comunicarse y rebelarse a través de canales alternativos fortalece la resistencia y mantiene viva la esperanza de una transformación democrática en el país.